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Pide ayuda al gobierno de Querétaro para sortear la contingencia sanitaria

La contingencia sanitaria y el aislamiento social por la presencia del virus Covid 19 en Querétaro y el país afecta a Lorenzo Olvera, aseador de calzado, quien en los primeros días de estas medidas ha resentido la baja en el número de clientes, por lo que pide al gobierno del estado y de la ciudad de Querétaro ayuda para poder sortear estos momentos.

Domingo Valdez

Querétaro, Qro; 19 de marzo de 2020.- La contingencia sanitaria y el aislamiento social por la presencia del virus Covid 19 en Querétaro y el país afecta a Lorenzo Olvera, aseador de calzado, quien en los primeros días de estas medidas ha resentido la baja en el número de clientes, por lo que pide al gobierno del estado y de la ciudad de Querétaro ayuda para poder sortear estos momentos.

Dice que él es único sustento de su familia, conformada por él, su esposa, un hijo y un nieto, de los cuales ninguno labora en estos momentos.

Le pide al gobernador Francisco Domínguez y al edil de la ciudad de Querétaro, Luis Nava, que destinen recursos para aquellas personas que tienen que trabajar en la calle, que no pueden detener sus actividades porque van al día.

Explica que naturalmente tiene miedo. Escucha todos los días las noticias sobre el Covid 19, los nuevos casos, el deceso de uno de los pacientes infectados, pero se sobrepone a su temor. No le queda más que sobreponerse a su temor para llevar de comer a su familia.

El gobierno del estado de Querétaro aún no anuncia apoyos económicos ni para empresas ni para ciudadanos. Los estímulos se han limitado a aumentar el plazo para pagar impuestos sin recargos hasta junio.

Lorenzo indica que si las cosas no mejoran y como se tiene previsto las medidas de aislamiento social terminen hasta el 20 de abril, el tendrá que buscar otra actividad para sobrevivir, pues estima que los clientes no regresen durante este lapso.

En días normales, señala, boleaba el calzado de entre 15 y 20 clientes. Hoy, apenas llega a cinco, de las 7:40 de la mañana a las 6 y media de la tarde, cuando se retira de su banco de trabajo.

Hombre de fe, Lorenzo espera que todo mejore pronto, que la vida vuelva a su rutina, a su ritmo habitual, que no muera tanta gente y que los enfermos se recuperen. Esa fe lo mueve a salir todos los días, confiando en que no enfermará y que podrá llevar el pan a la mesa de su familia.