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Planear el embarazo, control prenatal y detección oportuna mejoran pronóstico en pacientes con Malformación de Chiari: IMSS Guanajuato

En el área de Pediatría de la UMAE No. 48 se atienden casos del tipo II.

Redacción

Planear el embarazo, acudir de forma periódica a control prenatal y la detección oportuna mejoran el pronóstico para las y los pacientes con Malformación de Chiari, un padecimiento del cual existen cuatro tipos, pero en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Gineco-Pediatría No. 48, del IMSS en León, se atiende el tipo II.

Conocido antes como Síndrome de Arnold Chiari, hoy es identificada como la Malformación de Chiari, una enfermedad que consiste en una anomalía congénita por defecto del desarrollo del tubo neural y en parte del cerebro.

“El desarrollo del cerebro comienza en las primeras semanas de gestación, entre la cuarta y sexta, que es cuando se llega a generar este defecto. Generalmente de detecta hasta el nacimiento, pero lo ideal es identificarlos en las consultas de control del embarazo”, dijo el doctor Carlos Ricardo Morales Montes, neurocirujano pediatra de la UMAE No. 48.

Detalló que en la enfermedad parte la estructura del tallo cerebral desciende y produce algunas dinámicas en el líquido cefalorraquídeo para generar diferentes alteraciones.

Anteriormente se conocía como síndrome por las manifestaciones que presenta, pero ahora se sabe es una malformación. Sin embargo, para diagnosticar como

tipo II, se requiere que exista otro defecto, que normalmente se presenta en la región de la columna.

En cuanto a signos, el especialista mencionó la hidrocefalia, vómito, intolerancia a la alimentación, incapacidad para mover los ojos adecuadamente y aumento del perímetro cefálico.

Otro punto para definir el padecimiento como tipo II es el defecto de cierre del tubo neural en la columna, que se puede observar por un abombamiento en la parte baja de la espalda en donde no se han formado estructuras de hueso en la columna.

Morales Montes indicó que, en caso de detectar la enfermedad antes del nacimiento, se pueden disminuir y hasta evitar complicaciones al programar una cesárea e inmediatamente ingresar al recién nacido a cirugía, en la cual, en un solo tiempo quirúrgico, se coloca una válvula y se realiza el cierre del defecto lumbar.

Al respecto, señaló que en la UMAE No. 48 se atienden, en promedio, dos casos nuevos por mes de este padecimiento al ser un centro de referencia, por lo que hay pacientes de Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco e incluso San Luis Potosí.

Por último, el especialista retomó que es muy importante la planeación del embarazo con ingesta de ácido fólico por parte de la mujer y del hombre tres meses antes de la concepción y también la vigilancia prenatal para prevenir ésta y otras malformaciones durante la gestación.